LA HUERTUCA DE JUANI: LA HUERTUCA

Desde hace muchísimos años me había hecho la ilusión de tener un "terrenuco" donde poder disfrutar de mi jubilación, pues no me veo yo de tertulia en un banco del parque charlando con otros jubilados, y mira por donde que hace algún tiempo Juani heredó una parcela en el pueblo de Bedicó, la cual en los últimos años hemos intentado acondicionar para poder sembrar algunas hortalizas, plantar árboles frutales, arbustos, flores, y como no, una buena barbacoa para reponer fuerzas .

Entre Juani, Rosa Mari, Elías y yo poco a poco hemos logrado que lo que antes era un terreno sin ninguna utilidad ahora nos dé muchas alegrías por medio de hortalizas, frutas y hasta caracoles. Si contáramos el trabajo que nos ha costado, las horas dedicadas y otras circunstancias, seguro que nos tomaríais por locos, pues no es muy corriente que cuatro jubilados se pasen media vida destripando terrones, haciendo caminos, huertos escalonados, etc.

Aquí cada uno tenemos nuestra especialidad para procurar que todo salga adelante. Rosa Mari es la conductora de la carretilla, pues es la única que sube y baja las cuestas con ella y no se cansa nunca. No sé de dónde saca las fuerzas. Elías es el arquitecto, pues nadie como él sabe colocar los tepes de tierra para que no se venga el terreno abajo.

También es el encargado de las obras públicas (caminos, desagües...) Juani es la todoterreno, hace de todo, aunque a veces a regañadientes, pues aunque es la única que tiene experiencia en el asunto, quizá por eso, porque lo tuvo que hacer muchas veces de joven, no la hace mucha gracia. Y por último, yo, que soy el coordinador, el que dirige y menos hace, aunque últimamente parece que me han cogido el truco y me hacen trabajar algo más.

Empezar a conformar el entorno de la huerta

Ahora que ya tenemos planificado como vamos a hacer nuestra huerta y la consiguiente siembra de hortalizas vamos a ir dando un poco de forma al entorno, para lo cual necesitaremos ir plantando árboles y arbustos para que den un aire alegre a nuestra “huertuca”

Uno de los métodos de propagación de plantas más común y fácil es la multiplicación por esquejes, por lo que hoy veremos en esta entrada algunos de los esquejes que hemos preparado. ¿Cómo los conseguimos? Pues de una manera muy fácil. ¿Nunca cortaste una ramita de un arbusto (¡ese que tenía unas flores preciosas!), la pusiste en agua y enraizó? Bueno, eso es multiplicación por esqueje. Así de fácil.

La propagación por esqueje consiste en separar de una planta un trozo de rama que tenga tres o cuatro yemas y que se colocan en tierra para que echen raíces y se desarrollen. Las plantas cultivadas así son iguales a la planta madre. Es muy importante que la planta madre sea fuerte y sana, de esa forma nos aseguramos que sus vástagos sean de buena calidad.

Las plantas se reproducen por estacas de madera dura durante el periodo de invierno, de madera semidura en otoño y de madera blanda en primavera.

Perros en acogida y adopción

La acogida de animales es una situación temporal, en la que un particular ofrece su hogar a un perro o gato –u otro animal– hasta que le surge una adopción. Durante este tiempo las protectoras se hacen cargo de todos los gastos veterinarios, de medicamentos y de alimentación que sean necesarios.

Estas casas no sólo son necesarias para tener una ubicación temporal donde mantener al animal. Además, cuando viven de acogida tienen muchas más posibilidades de salir en adopción. «Cuando están en una casa, se les ve más felices.

Las personas con las que viven comparten más fotos, muestran cómo se relacionan con otros animales y lo bien que se llevan con los niños», señala la presidenta de SOS Norte Cantabria, Isabel Jaurena. Ver cómo se comportan con el entorno que les rodea ayuda a los posibles adoptantes a decidirse. «Los amigos de las familias de acogida conocen a los gatos y se interesan antes por ellos. Algo que ocurre mucho menos cuando están en la jaula de una protectora», añade Elisabet López, de Amigat. Las redes sociales se han convertido en un gran aliado de las protectoras. La difusión de imágenes es más sencilla a través de ellas por lo que, en pocas horas, los casos de animales disponibles son vistos por cientos de personas.

Luis Miguel Ruiz tenía dos perros cuando decidió a acoger más animales. Vive en una finca grande, por lo que pensó que podría dar la oportunidad a alguno más de salir de la protectora y «dejar un hueco para que rescatasen a otro». Actualmente, tiene diez. Cinco son adoptados y los otros cinco están en acogida, aunque por su casa han pasado «más de cuarenta». Ha tenido que despedirse de muchos, pero, lejos de sentir pena, le inunda la alegría por saber que el animal ha encontrado un hogar definitivo. «Además, eso me permite ayudar al siguiente», afirma con optimismo.
Reportaje de El diario Montañés.

Hace varios años, el el 2011, nuestro hijo mayor Luis Miguel nos trajo un perrito cachorro de labrador de tres meses a casa y de momento no nos pareció muy bien, pues no nos parecía apropiado tener perros en un piso. Pero con el paso del tiempo ahora nos parece imprescindible tener unas pequeñas mascotas que nos hacen mejorar la convivencia.

Lo que empezó como una pequeña aventura se ha convertido en una verdadera pasión por estos pequeñines y no tan pequeñines. Como parecía que la familia canina iba a ir en aumento pensamos que lo mejor que podíamos hacer era acomodarlos en una finca que tenemos en el pueblo de Bedicó, donde teníamos una huerta a la que nos desplazábamos casi a diario y en una cabaña instalamos unos departamentos para los perros que teníamos y los que podían venir.

Paco, fue el primer cachorro que tuvimos , un labrador retriever al que se unió al poco tiempo Sam, un pequeño macho mestizo que para mí fue la alegría de la huerta. El tiempo que estuvo con nosotros nos proporcionó muchas alegrías, aunque también bastantes disgustos.

Paco

Sam

Después llegó Trece, una hembra de pastor belga malinois, a la que recogimos del refugio Canino de Cartes y estuvo varios años con nosotros, hasta que una familia de Suances se encaprichó de ella y la adoptaron.

Trece

Las siguientes fueron dos lindas perritas que adoptamos en Galicia, porque aún no conocíamos las protectoras que había en Cantabria, por lo que de tierras gallegas vinieron Noa, una cachorrita color canela y Mara, una linda perrita de tres colores, blanco, negro y canela.

Noa

Mara

El siguiente en llegar fue Dumby que ya no era tan cachorrito pero que nos ayuda a tener la huerta libre de topos y ratas, paro a base de hacer enormes agujeros en el terreno. Este perrito negro y fuego quizá sea el de mayor edad de los que tenemos adoptados.

Dumby

Y por último la más pequeñina y el más grande de todos los que tenemos. Sía, un terremoto y el gran Chulo, un pastor alemán mestizo a los que adoptamos cuando ya colaborábamos con las protectoras de Cantabria.